RUTA DE LOS PUEBLOS BLANCOS

 

 

 

Esta ruta la forman 19 municipios de la provincia de Cádiz. Todos ellos caracterizados por tener sus fachadas blancas, este tono lo tienen porque blanquea sus fachadas con cal. Estas pintadas se popularizaron en el siglo XIX tanto para protegerse del calor como para desinfectar las calles y viviendas.

 

Los 19 Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz son: Arcos de la Frontera, Bornos, Espera, Villamartín, Algodonales, El Gastor, Olvera, Torre-Alháquime, Setenil de las Bodegas, Acalá del Valle, Prado del Rey, El Bosque, Ubrique, Benaocaz, Villaluenga del Rosario, Grazalema, Benamahoma, Zahara de la Sierra y Algar.

 

 

 

 

 

 

Arco de la Frontera: Está ubicado en pleno acantilado, sobre el río Guadalete, dominando desde el alto todo el paisaje. Su patrimonio cultural, que destaca entre las casas blancas, es de bastante importancia; entre él se encuentra la iglesia de Santa María de la Asunción, del siglo XIV-XV.

 

Dentro de Arcos hay varios puntos que destacan, los cuales más interesantes de visitar son:

 

Plaza del Cabildo

Situada justo en el corazón de su bonito centro histórico, Esta plaza se encuentra rodeada, por tres de sus lados, de importantes edificios como la Basílica de Santa María de la Asunción, el Ayuntamiento, el Castillo Ducal y el Parador de Turismo.

 

Basílica de Santa María de la Asunción

La Basílica de Santa María de la Asunción, levantada sobre los restos de una mezquita árabe y declarada Monumento Nacional en 1931, es el templo más antiguo e importante que ver en Arcos de la Frontera.
Levantado en los siglos XIV o XV en estilo mudéjar, el templo ha sufrido durante varios siglos grandes reformas que la han convertido en una iglesia con un interior gótico.

 

 

Bornos: Se ubica entre las montañas y el homónimo embalse, a pocos kilómetros de Arcos de la Frontera. El pueblo se desarrolla en torno a la Torre Fontanar, desde la que se obtiene una vista de incalculable valor a la iglesia patronal, el espejo de agua y la sierra. No muy lejos encontramos el bonito Palacio de los Rivera y sus elegantes jardines. Tampoco hay que perderse el Convento del Corpus Christi, que hoy día es un instituto.

 

Grazalema: en el punto más alto de la Sierra que lleva su mismo nombre, es un pintoresco pueblo enclavado en piedra caliza, bajo el 'Peñón Grande', que parece acariciar el cielo. De calles estrechas y empinadas, casas blancas y tejas rojizas, rodeado de bosques y naturaleza; y con un microclima especial, puesto que ostenta el índice pluviométrico más alto de la Península. Es por ello que aquí se encuentra el que fue declarado el primer Parque Natural de Andalucía, en donde se custodia el pinsapo, una especie única, y donde nace el río Guadalete.

Reflejan la particularidad de este lugar la calidad de sus productos. Ejemplos son la manta y los paños, con un auge importante,  también sus productos gastronómicos: vinos y licores, queso, chacinas o dulces, como el cubilete y el amarguillo.

 

Setenil de las Bodegas: localidades más singulares de los Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz debido a su particular entramado urbano. En él, las casas se dan cabida a diferentes niveles, situándose unas bajo la roca y otras sobre ella, configurando calles cueva, miradores y rincones de una belleza extraordinaria. En sus alrededores, Setenil de las Bodegas ofrece numerosas rutas. Algunas de ellas con nombres tan peculiares como la Ruta de la Limosna o la Ruta de la Colada de la Venta de Leche.

Algunas de las rutas más populares son la de los Bandoleros, los bandidos que anduvieron delinquiendo por esta tierra.

 

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